lunes, 30 de marzo de 2009

Hablando de cóndores y condoritos......................

Aburrido del vacío y amarillista contenido de la televisión ecuatoriana, abrí el baúl de los recuerdos y me puse a leer con nostalgia uno de los comics más divertidos y relajantes que ha acompañado a más de tres o cuatro de nuestras generaciones, cuando, por el cansancio que provoca el caminar y caminar para conseguir un buen trabajo, lo único que resultaba de mi lectura era: “zzzzzzzzzz”, me quedé dormido con la revista tapando mi cara!!!!.
No sé si estuve presionando mi corazón o esa noche había comido mucho, pero no pasó mucho tiempo hasta que empezó un sueño, o casi pesadilla……………….
…………resulta que por información maliciosa, provista vía e-mail por el anónimo y detestado “Roto Quezada”, se publica en el diario “El Hocicón”, un artículo escrito por un trasnochado “Garganta de Lata”, en el que se rumora que en nuestra economía ya no se comprará el pan con el “Jaguaryú”, ya no se pagarán sueldos con el “Faifoclok” y ya no pagaremos el importe del pasaje con el “Chipendeil”, monedas que taaaaaanto nos costó adoptar de los “gringos” y que quienes las odiaban al principio, ya hasta les habían tomado cariñito………, sino que adoptábamos como medio de cambio al muy insigne majestad de Los Andes: “Condorito”. Así que, en lugar de ver la cara de “Washington”, y hablo del célebre líder norteamericano, no del perrito fiel y famoso por levantar la pata, veíamos a diario una cabeza pelada, un pico simpático, un cuello de tres plumas y unas sandalias agujeradas cada vez que realizábamos una operación de comercio. Teníamos en nuestras cuentas bancarias “Condoritos” cuyo fraccionamiento era equivalente a cien “Conés” para niños o cien “Yuyitos” para las niñas.
Estaba muy entretenido revisando la cotización respecto al Euro y aprendiendo a dar vueltos, cuando me despierto por un picotazo en el oído propinado por “Matías”, un loro bocón y malhablado, semental por cierto, experto en gritar “pilio pilio” o “truhán truhán” a quien ose pasar por su balcón. Bostezando no tuve más opción que poner la sábana sobre la jaula del loro para dormirme los cinco minutitos demás.
Lo irónico, pero frustrante, es que al despertarme me encontré en un “chalet” propio de nuestra decadente clase media, leyendo medios escritos sin contenido y con faltas ortográficas en los que no sería raro encontrar frases como “dentre sin gorpeal”. Vuelvo a encender la televisión y me encuentro a “Fonola”, un remedo de periodista con una gran boca de la cual solo se escuchan frases negativas leídas de un libreto pre-escrito por su amo: el obeso y rico “Don Cuasimodo”; cambio de canal y me encuentro a “Pepe Cortisona”, quien con su pinta y actitud de “saco de plomo” logra estereotipar al antipático narciso en lugar del verdadero comunicador.
Decepcionado salgo a caminar y me encuentro a todos mis conciudadanos sentados en una banca leyendo los clasificados, con una baba en la boca y una larga cara de “Ungenio” de la cual se aprovechan algunos candidatos que quieren ser los próximos soberanos de nuestro querido “Pelotillehue”.
Peleándose los primeros puestos está “Mandíbula”, un mula que alguna vez ya llegó al trono, pero en uno de sus desbocados tropeles ganó por una nariz un puestito en un helicóptero que lo llevó a broncearse a “Rió”….., pero de Janeiro, no “Río-bamba” y el Congreso dijo que nos dejó abandonados. Lo sigue “Máximo Tacaño” un heredero que sigue aumentando su riqueza dejando de pagar impuestos y haciéndonos el favor de dar trabajo incluso a los guaguas. A continuación, y de rojo, los sigue la princesa de la política, “Doña Tremebunda”, que acompañada por “Huevoduro”, el novicio rebelde, puntea el primer lugar de unos cuantos “Comegatos” anónimos que quieren llegar al poder.
Creí que seguía soñando, pero no!!!, no era el cocodrilo que se trepa las ventanas, era el recién graduado “Don Chuma” bonsái, que desesperado por llegar al trono subía paredes de piedra para estar calificado entre los aspirantes.
Viendo tanto absurdo, que en la realidad indigna, y que solo es divertido en un comic, decidí que aunque “Exija una Explicación” nadie me la va a dar y haciendo “Plop” volví a dormir, esperando soñar que era “Condorito” y cortejaba a Yayita y sus curvas y no con el malestar y la tristeza de ver que cada día tenemos más ganas de migrar a buscar vida a “Cumpeo” o a “Buenas Peras” que seguir luchando por sacar adelante a nuestro querido “Pelotillehue”.